Eros, Dios del Amor, hijo de Afrodita y Ares, dioses respectivos de la belleza y la guerra. ¿Podríamos decir pues que el amor es mezcla de belleza y dolor? Según la mitología griega, esto es así, y yo no voy a decir lo contrario.
Eros era un muchachito alado que se dedicaba a repartir amor entre los mortales con sus flechas. Es la versión original del romano Cupido, que estos días nos invade por doquier con sus corazoncitos pastelosos, con ofertas de cualquier cosa en su nombre y una rancia saturación del tema amor.
Pero ya que está tan en boca de todos, me gustaría traer su figura a este espacio porque, a pesar de lo que representa hoy día, en otra época inspiró infinidad de pinturas, esculturas, películas, canciones, etc. Este pequeño ha sido fuente de inspiración del arte en general (además de culpable de tantos enamoramientos).
De él también nos llega todo lo erótico. Y como no podía ser menos, en este blog lo llevamos a nuestro terreno, a la cocina erótica, que mezclado con los productos atribuidos a su madre, los afrodisíacos, nos puede ayudar a elaborar un menú para compartir con nuestro enamorado, mucho más divertido que cualquier tarta de merengues con forma de corazón y colores rojos, rosas y demás. (1)
Dentro de la erótica en la cocina podríamos caer en lo inmediato de pensar en el aspecto formal del alimento, ofreciendo unas salchichas en salsa o unos mejillones, que pueden tener su gracia, pero no van por ahí los tiros de esta entrada. Me parece más atractiva una simple copa de vino con luz tenue que un plato de almejas, por poner un ejemplo gráfico.
Lo primero de todo sería conocer qué alimentos se consideran afrodisíacos. Conocemos los básicos como el chocolate, las ostras o las fresas, pero hay muchos más. Se dan por afrodisíacos aquellos alimentos que sus formas recuerden a los órganos sexuales (ostras, higos, aguacates o plátanos), otros por sus propiedades nutritivas (con mucho zinc o energéticos), o por el efecto que producen en el organismo (como el ginseng).
Así encontramos como afrodisíacos la miel, el guaraná, los mariscos, carnes rojas, frutos secos, pescados azules, champiñones, tomate, o numerosas especias y aromas. De la combinación de estos puede resultar un menú muy “erótico”. Mi propuesta es:
-Aperitivo: Guacamole
-Entrante: Tartar de Salmón
-Principal: Cordero “mil y una noches”
-Postre: Mousse de Chocolate al licor
Si el menú lo vas a disfrutar por la noche, ni que decir tiene que debes medir las raciones, porque mucha cantidad podría provocar el efecto contrario, y la pesadez en el estómago podría anular las alas que nos dé Eros y echar por tierra la velada.
Espero que os animéis a pasar un divertido día dedicado al pequeño dios Eros, ya sea el 14F o cualquier otro día del año.
(1)Sin ánimos de ofender
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