Recuerdo
que hace algún tiempo hice una promesa: traeros las recetas de cupcakes y de
macarons. La de los primeros ya la traje. Por tanto, es el turno de los
segundos. Así mi conciencia quedará tranquila.
Antes
de nada me gustaría advertiros de lo complicado de esta receta. Si no os salen
bien a la primera, no os desaniméis, sed testarudos y volved a intentarlo.
Aunque se os quiebren las conchas, seguro que el sabor será el deseado.
Los
ingredientes fundamentales son huevo, azúcar y almendras. A partir de esta
base, ya es cuestión de imaginación y de preferencias. Podéis hacerlos con
pistachos, fresas, coco, melocotón, etc. incluso combinar las conchas de
distintos sabores para crear sabores más complejos.
En
su origen, el macaron constaba de una sola concha y no tenía ningún tipo de
relleno, hasta que en el siglo XIX empezaron a comercializarse como los
conocemos actualmente, una doble concha rellena de crema. Así que, aunque las
cantidades de ingredientes que os recomiendo dan para 70 conchas (aprox.), el
número de macarons será de 35, lo cual no es poco.
Para
las conchas:
Ingredientes:
-110g
de almendra en polvo
-225g de azúcar glas
-4huevos medianos (sólo las claras)
-50g de azúcar
Preparación:
-Mezclar la almendra en polvo con el azúcar
glas y tamizar para obtener una mezcla muy fina
-Batir las claras e ir añadiendo el azúcar
sin dejar de batir, hasta que alcancen un punto de nieve firme
-Echar la mezcla de almendra y azúcar
sobre las claras y mover con una espátula delicadamente con movimientos
envolventes
-En este momento añadir el colorante o
aditivo de sabor deseado (pasta de pistacho, cacao…) y mezclar bien
-Rellenar la manga pastelera y formar las
conchas sobre una placa de horno forrada con papel sulfurizado, del tamaño de
unos 2,5cm de diámetro
-Dejar reposar alrededor de una hora, hasta
que se forme una pequeña costra en la superficie de las conchas tal que al
tocarlas no se pegue al dedo
-Introducir en el horno a temperatura media
unos 12min, sacar del horno y dejar reposar
Para
el relleno tenemos muchas opciones. Podemos optar por una compota de fresas,
albaricoques, peras, o una crema de chocolate… Las posibilidades son enormes,
lo importante es que el relleno no sea muy líquido para no estropear la concha.
Una opción que me encanta es una crema de tiramisú a partir de mascarpone con
licor de café. También una crema de avellanas de supermercado.
Una
vez tengamos el relleno, pondremos en cada concha un poco en el centro, y
cubriremos con la otra concha, y apretamos.
Y
con esto tenemos terminados nuestros exquisitos macarons.
Espero
que os haya sido útil esta receta y si os animáis, contadme qué tal el
resultado.
Hasta
la próxima!
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